El vídeo gana protagonismo en el mercado del elearning


Videolearning, ganando protagonismo en el mercado del elearning

El vídeo no es sólo el lenguaje preferido de los youtubers, también lo es de los directivos.Tanto es así que el 60% de las personas con capacidad de tomar decisiones en los negocios prefieren ver audiovisuales antes que leer textos en webs o blogs, según se desprende de un reciente estudio de la revista Forbes.

Resulta lógico que este fenómeno masivo haya tenido una repercusión directa en las metodologías de aprendizaje, siempre atentas a los cambios sociales. El elearning incorporó la posibilidad de virtualizar la formación mediante las nuevas tecnologías mientras que, en la actualidad, el vlearning promete una forma evolucionada de presencialidad, aunque por el momento los vídeos casi siempre se ofrecen en combinación con otros materiales formativos.

 

En busca de la experiencia original

Uno de los mayores atractivos del videolearning es que, de algún modo, permite recuperar la experiencia real de la interacción cara a cara con el formador sin renunciar a las capacidades ampliadas que ofrecen estas “prótesis tecnológicas” para facilitar el aprendizaje.

Ésta es una posibilidad que las empresas sólo se han podido plantear recientemente con la llegada de anchos de banda y plataformas tecnológicas más avanzadas. En lugar de desplazar a un formador a cada sede corporativa resulta más eficaz y económico disponer de aulas virtuales en las que éste pueda interactuar con cada uno de sus alumnos. Para ello es imprescindible contar con comunicaciones lo bastante ágiles como para permitir a los alumnos preguntar en tiempo real, escuchar al resto de participantes sin molestas esperas, compartir notas y recursos multimedia o trabajar de forma interactiva en documentos.

Disponer de estos entornos virtuales sigue estando especialmente valorado por los trabajadores de la empresa, tal como corroboró Alcatel-Lucent en un estudio realizado con 2.000 empleados y 750 ejecutivos de 51 países. En el 74% de los casos, los empleados afirmaron que disponer de soluciones como herramientas de colaboración de vídeo y comunicaciones unificadas facilitaban el incremento de la productividad y también su compromiso. Cierto es, también, que tan sólo un tercio afirmó disponer de las tecnologías necesarias para poder realizar su trabajo satisfactoriamente.


Videolearning desde el plató

Nada que ver con los streamings de las videoconferencias y los webinars en los que los asistentes siguen con mejor o menor fortuna una clase según la calidad de la conectividad y de la plataforma del emisor.

La Harvard Business School ha decido exhibir su liderazgo académico con un avance de lo que probablemente será la educación de las élites económicas en el futuro. La experiencia formativa que ofrece HBX Live es en realidad una clase emitida desde un auténtico plató de televisión; en concreto, los estudios de la cadena local de Boston próxima a la universidad.

HBSX LIve en una sesión de vlearning

En este caso se han proporcionado todos los recursos técnicos necesarios para alcanzar la excelencia en cuanto a calidad de imagen y sonido: dos regidores y dos realizadores que editan las imágenes en directo procedentes de una cámara móvil y otras cuatro más.

Hay quien podría preguntarse si se justifica emplear tal despliegue de medios para una única clase, por elitista que sea. Todo este equipamiento tecnológico y humano tiene como único objetivo proporcionar la experiencia inmersiva de estar compartiendo una misma aula. Las caras de los 60 alumnos procedentes de todo el mundo pueden verse en un gigantesco panel curvado de más de 8 metros. Un técnico de sonido vela para que la respuesta de los micros de produzca en tiempo real, de forma que los estudiantes puedan oírse unos a otros cuando realizan comentarios o reaccionan con risas o aplausos a las explicaciones.

El espacio sonoro complementa aquí perfectamente al espacio visual y, por supuesto, los alumnos no necesitan levantar el dedo para preguntar, basta con presionar un botón para que un indicador se muestre en pantalla.

Una manera de rentabilizar los altos costes de producción (de 300 a 500 dólares por alumno y sesión) es permitir que otros 1.000 alumnos puedan ver en directo la clase (eso sí, con un retraso de 15 segundos) sin posibilidad de interacción.


El futuro del videolearning es interactivo

No todas las experiencias en videolearning son tan extraordinarias como la propuestas por HBS, desde luego. En la mayoría de los casos los vídeos online presentes en los cursos de elearning han sido producidos para su consumo pasivo, un recurso que sirve para proponer luego preguntas y la resolución de ejercicios. El gran reto de futuro es lograr que estos contenidos sean interactivos. Algunas empresas han empezado por incorporar “capas de interactividad” encima del vídeo mientras que en otros casos se han desarrollado capacidades nativas en el reproductor especialmente pensadas para elearning.

El reproductor no es más que la cara visible de la experiencia de vídeo interactivo, en la parte inferior del iceberg encontraremos diferentes capacidades de almacenamiento cloud, las redes de distribución de contenidos, plataformas de soporte y LMS.

Todas ellas deberán conjuntarse en el futuro para ofrecer experiencias de vlearning cada vez más interactivas, enriquecedoras y completas.